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Lo que viene, entre cierta expectativa y varias tareas que realizar

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Jorge Brunori expuso en el campus de la Facultad de Ciencias Agropecuarias sobre la realidad y las perspectivas del sector porcino. Hay desconfianza en los datos del CNA.


Hay números que esconden verdades y ese parece ser la lectura que hacen especialistas y técnicos sobre los datos que arroja en Censo Nacional Agropecuario en muchos sectores y no hay lectura única para justificar demasiados datos arrojados “a la baja”.

Hay números que esconden verdades y ese parece ser la lectura que hacen especialistas y técnicos sobre los datos que arroja en Censo Nacional Agropecuario en muchos sectores y no hay lectura única para justificar demasiados datos arrojados “a la baja”.

“Estamos conociendo las cifras que arrojan el Censo Nacional Agropecuario y observamos sensibles diferencias con las estadísticas que teníamos antes, y esto es una preocupación para quienes trabajamos en algunos de estos sectores puesto que no ayudan a tomar decisiones” tiró Jorge Brunori en el Campus de la UNC. Los números del Censo Nacional Agropecuario están levantado polvareda puesto que las diferencias con los datos que manejan cámaras, asociaciones, el Inta y el Senasa.

Según el Censo hay 3,6 millones de cerdos mientras que los registros de otras fuentes hablan de 5,3 millones, y algo parecido ocurre cuando se contabilizan madres. Pero el número que más diferencia arroja es el de la cantidad de productores: el Censo dice que unos 5 mil productores hicieron por lo menos una transacción comercial mientras que los asientos estadísticos que se tenían antes eran del triple de esa cifra.

Brunori cree que hay unos 16 mil productores. El 72% son chicos y tienen el 26% del stock mientras que los productores grandes son el 28% y tienen el 74% del rodeo. En la faena las diferencias se amplían: el 93% corresponde a productores de gran porte y el 7% a los pequeños. “A partir de esta disonancia en las estadísticas nos preguntamos: ¿cómo pensamos el futuro? ¿Planeamos para 5 mil o para 16 mil productores?

Algunas preocupaciones por lo que viene
En el centro de las preocupaciones está el precio del maíz y el tratamiento tributario que tendrá a partir de la llegada a Casa Rosada de Alberto Fernández. “La estructura alimentaria de un cerdo es 70% maíz y 30% soja. El maíz estaba en 2015 a $911 y ahora está en $3086 y la soja pasó de $1875 a $5282. Antes, se tenía rentabilidad aún cuando no se hicieran las cosas bien, y pensemos que en 2018 solamente subió un 82% la alimentación para porcinos”, razonó Brunori. Ese año se perdieron muchos productores…

El otro tema incógnita es el precio del dólar pues sabemos el impacto que tiene sobre los commodities. “En junio 2020 se negocia a $82 y en agosto del año que viene se estima que estará en torno a los $88”, predijo, y se mostró preocupado porque esos costos tendrán un impacto fuerte en el mostrador de una demanda local deprimida.

La otra amenaza es la importación de cortes congelados. “En 2018 se importaron 44 mil toneladas, la mayor parte  proveniente de Brasil, que representa el 88% de los ingresos. La mayor parte se trata de bondiola, pierna y panceta, y si bien implica solo uno de los 16 kilos promedio que consumen los argentinos, la preocupación está puesta en la procedencia de esos cortes congelados que, en muchos casos son de países que tienen enfermedades como el PRRS”, alertó el especialista.

También están en la agenda de las preocupaciones los gastos fijos. Luz, agua, gas, combustible y el transporte son ítems de creciente impacto en el sector porcino. Allí, Brunori subrayó un tema sobre el que viene reclamando atención: “Córdoba produce 1,7 millones de cabezas por año y su capacidad de faena es de un millón, y por lo tanto una buena parte de su producción debe trasladarse a Santa Fe y provincia de Buenos Aires. Río Cuarto, Unión y Marcos Juárez no tienen frigoríficos de volumen importante”.


¿Y el IVA? El pequeño productor se perjudicó mucho con esta medida. “Esta destemplada iniciativa sumó $2 extra por kilo de capón y pensemos que con este adicional tributario y la ausencia de financiamiento a tasas aceptables es imposible crecer”, aseguró.

Aprovechar las oportunidades
El principal aliciente es el crecimiento de la producción y la faena, alentada por el motor del consumo interno. “Jamás hubiéramos imaginado que este año estaríamos en torno a los 16 kilos de consumo por habitante por año y presume que esta tendencia se irá ampliando y consolidando”, alentó Jorge Brunori. Hay puntales importantes en esta performance y son una mejor genética, su perfil saludable y la existencia de bocas comerciales que se han escindido de los grandes supermercados. Argentina va a tener un novillo caro y por primera vez el consumo aviar sumado al porcino superan al consumo bovino, y en ese registro se ubica como el cuarto país donde más creció el consumo de carne de cerdo.

Cuestiones a cuidar
En esta estrategia de seguir creciendo hay que cuidar la capacidad de consumo local y trabajar mucho en la eficiencia productiva. “El argentino posee una fuerte cultura de consumo cárnico, ahora si los precios de los cortes porcinos se parecen a los de novillo, el consumidor elegirá estos últimos”, previno Brunori.
Las estadísticas pronostican que en 2025 se consumirán unos 25 kilos por año pero para lograrlo debe estar un 30% debajo de los cortes bovinos.
Para lograr estos números hay que crecer en el número de madres y apuntar a disminuir las exportaciones de materias primas agrícolas para dar algunos pasos en la cadena de industrialización por agregado de valor. “Solo industrializamos el 29% del maíz que producimos, y si somos consecuentes, en 10 años estaremos produciendo a la par de Chile, unas 180 mil toneladas”, aventuró el especialista.

Asociativismo. El negocio de la exportación es atractivo y para mejorar la competitividad para ofertar localmente es necesario crecer en escala y especializarse. “Hoy tenemos más herramientas para darle porte a la producción. Hay clusters que vienen dando pasos interesantes, y uno de ellos es el creado en torno a la empresa Cagnoli y otras en Monte Buey. Tenemos que ir de 1500 a 2800 kilos por madre por año y de 20 a 24 capones vendidos por madre/año. En nuestro país, muy a contramano de lo que se cree, tenemos niveles de asociativismo muy interesantes. Lo que por ahí promueve rechazos es la integración vertical, donde nos traen el lechón y la comida, y nos pasan a buscar el cerdo”, trazó Jorge Brunori.

Tecnología. “Hay que mejorar la tecnología de proceso: mejores comederos, mejores índices de preñez y más lechones nacidos vivos por madre. Y se debe mejorar mucho en la tecnología de producción, hay que llevar registros estadísticos, hay que mejorar la gestión”.

El módulo porcino de la UNC
Jorge Brunori se manifestó  muy con la Unidad demostrativa porcina que se instaló en el campus de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba. “En el perfil del profesional que debe egresar de la universidad no debe estar exenta la experiencia de producción porcina, pues ese segmento de la producción ha tomado un porte destacado y va a crecer aún más. Hay que formar técnicos para la porcicultura que viene”, aconsejó.
 

Osvaldo iachetta / Redacción TodoCerdos

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Actualizado a: 24/07/2024

Precios capones y chanchas
Cantidad total: 84.917 cab.
Categoría
Capón sin tipificación
Capón con tipificación
Chanchas
Variación semana anterior Alza Alza Baja
Precio promedio ponderado ($/Kg) $ 1003,09 $ 1091,75 $ 698,88
Plazo de pago promedio 15 18 16
Peso promedio ponderado 119 125 201
Porcentaje de Magro 57% 57% 57%
Cantidad 69.368 15.549 1691
Índice PorMag: $1230,00 Baja
Precio del Maíz $160.000
Fuente: Federación de Productores Porcinos | Los precios no incluyen IVA
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