El médico veterinario Jorge Brunori, del Inta Marcos Juárez, se refirió a la situación actual de la cadena porcina en la Argentina, a lo que agrego el impacto de la importación de carne de cerdo, la potencialidad para la producción, el consumo, el precio actual del productor, la exportación, la herramienta de financiación entre otros puntos que expuso en Expo Suipacha.
Convocado para su disertación por parte de Alejandro Troia producciones, Brunori trazo ante productores de cerdo de la zona un panorama de la cadena, desde la producción primaria, su distribución geográfica en las principales provincias, la comercialización, la faena, la industria, exportación, el consumo interno, incluso lo financiero con el crédito a devolver en kilo de capón.
Análisis de situación
Importaciones
“Tenemos una tendencia a crecer aunque no dejan de preocupar las importaciones. Creció la producción y el consumo pero una buena parte de ese consumo es abastecido por las importaciones”. Para el especialista del Inta este es un desafío a resolver pero su principal soporte se encuentra en la macroestructura económica y en el precio del dólar que sabotea buena parte de la competitividad. El buen comportamiento del consumo local disimula por el crecimiento en el consumo de cortes porcinos.
Eficiencia
Creció mucho la eficiencia en la producción primaria, pasamos de 15 capones/madre/año a 22 pero creemos que este registro puede mejorarse. Hay que crecer en eficiencia para crecer en las exportaciones, adonde van solo el 1% de las exportaciones.
Crédito
El crédito es esencial para crecer en la producción porcina y en este caso tiene como referencia al precio del capón y eso es una referencia que permite planear.
Los cuellos de botella
Brunori planteó que hay un gran cuello de botella en la faena, donde la mayor faena habilitada se da en la provincia de Buenos Aires, y está concentrada en cercanías del cono urbano bonaerense, bastante alejado de los puntos de producción, incluso advirtió de lo que sucede en la provincia de Córdoba, donde para la faena se debe traer a Buenos Aires, con los costos que ello implica.
Foto El Regional Digital