Ante la alarma sanitaria, las autoridades autonómicas y nacionales han decretado restricciones: se ha establecido un perímetro de seis kilómetros de contención y otro de 20 kilómetros como zona de vigilancia. En estas áreas se ha prohibido la caza, se han suspendido actividades al aire libre y se han intensificado los controles cinegéticos.
Pese a la rápida propagación en fauna silvestre, hasta ahora no se ha detectado ningún foco en explotaciones porcinas domésticas. Las inspecciones realizadas en granjas dentro de la zona restringida no han revelado signos compatibles con la enfermedad.
La reaparición del virus ha tenido efectos inmediatos en el mercado del porcino. Las exportaciones se han visto afectadas por bloqueos de certificados sanitarios hacia países terceros, y algunos compradores han impuesto vetos totales o parciales a la carne española. Además, la cotización del cerdo en la lonja de referencia ha sufrido un descenso acusado, lo que sitúa al sector en una situación de gran presión económica.
El proyecto VAX4ASF
En este contexto, el proyecto VAX4ASF aparece como la principal apuesta científica a medio plazo para dotar al sector de una herramienta eficaz. Este consorcio internacional, liderado por HIPRA y respaldado por el programa Horizon Europe, reúne a 17 socios de diversos países, entre los que se encuentran centros de investigación, universidades y empresas del ámbito veterinario y tecnológico. Entre sus miembros figura también Zabala Innovation, encargada de la diseminación y comunicación del proyecto, y de ofrecer apoyo a la gestión y explotación de los resultados.
El objetivo de VAX4ASF es desarrollar una vacuna de última generación frente al virus de la PPA, capaz de proteger tanto a cerdos domésticos como a jabalíes silvestres. El enfoque se centra en vacunas vivas atenuadas de replicación limitada, con la intención de lograr una protección eficaz y duradera manteniendo un perfil de seguridad compatible con la normativa europea.
Tras su primer año de actividad, el consorcio ha establecido una base sólida de investigación: ha identificado nuevos antígenos y marcadores inmunológicos críticos, y ha desarrollado herramientas moleculares avanzadas para la generación de prototipos de vacuna. Además, ha sentado las bases para futuros ensayos de seguridad y eficacia. En paralelo, se refuerzan medidas de diagnóstico y control, así como estrategias de detección precoz y monitorización del virus.
Desde HIPRA se ha hecho público su compromiso con el sector porcino ante la crisis. En una nota publicada en su cuenta de LinkedIn, la compañía asegura estar “lista para ofrecer apoyo, orientación y recursos para ayudar a los ganaderos a reforzar las medidas de bioseguridad y afrontar esta situación” y subraya que la PPA “sigue representando un importante desafío sanitario y económico para el sector porcino”. La empresa también recuerda que “la PPA no supone ningún riesgo para la salud humana, ya que no es una enfermedad zoonótica [es decir, no puede dar el salto entre especies distintas], ni representa ningún riesgo para el consumo de carne de cerdo”.
El plan de trabajo para 2026 prevé iniciar ensayos en animales con los prototipos actuales, con el fin de evaluar su seguridad, eficacia y capacidad para generar inmunidad en cerdos. Si estos ensayos prosperan, el siguiente paso será adaptar la vacuna a las normas de producción ganadera y animal vigentes en la Unión Europea.
Fuente: www.zabala.es/














