Cuando las exportaciones argentinas vinculadas a la agroindustria vuelan y el ingreso de dólares bate récords, por el otro lado se fuga una gran cantidad de divisas de la mano de las importaciones, pero muchas de ellas difícil de explicar.
Es que la compra afuera viene creciendo cuando en el país sobra producción para abastecer el mercado interno y vender al mundo. Sin embargo, en el primer cuatrimestre del año ingresaron al país un total de 17.800 toneladas, especialmente de Brasil, una cifra récord. Eso provocó dificultad para la colocación de mercadería, saturó rápidamente la demanda y afectó la oferta, entendiendo oferta como la producción local que realizan los productores nacionales y faenan las plantas nacionales.
“Vemos distintas consecuencias de esta situación. La primera un aumento del peso de faena de los cerdos entregados al mercado. La segunda un rechazo y demora en la compra de cerdos al eslabón más frágil de la cadena, los pequeños y medianos productores.
La tercera que está pasando en estos precisos momentos, una baja del precio pagado a los productores, lo que era con IVA y retirado del campo, pasa a ser final y puesto en la planta (entre 15% y 18% menos). Cuarta, aumento de la venta fuera del sistema, que registra ‘oficialmente’ menos cabezas, pero que en realidad tienen otro camino muy transitado y conocido en la Argentina, la venta en negro (cabe señalar que si hubiera realmente disminuido la faena en los valores que se informan, no tendría que existir tanto problema con la colocación de los cerdos). Quinto y quizás el más triste, la salida de pequeños productores del sistema definitivamente.
En un país el que necesitamos trabajo, que debemos dar valor a los cereales, expulsamos a los que con su familia lo pueden hacer y están viviendo en el campo”, explicó el analista y consultor Juan Luis Uccelli.
Brasil
Y agregó: “Regionalmente tenemos el problema de Brasil, que por un crecimiento fuera de lo lógico para un grande, está inundando toda Latinoamérica de carne a precios regalados. Tiene una asignatura pendiente y es el desarrollo del mercado local de carne fresca, situación que le hubiera amortiguado mucho mejor la situación actual y afectado menos la región.
En América, tenemos que pensar en una estrategia continental de sumar esfuerzos en un crecimiento y ser los abastecedores de carne porcina al mundo. Esto implica no complicarnos entre nosotros y trabajar de forma conjunta en ser eficientes garantizando a nuestros pueblos de proteína de calidad y a bajos costos”, remarcó Uccelli.
Por último, el experto destacó que “sigue mostrando su ausencia en Argentina algún atisbo de promoción del consumo, esperando que el “mercado” haga lo que tiene que hacer y obviamente no lo hará. La promoción fue la herramienta más sensata y de mejores resultados que tuvo el sector en los últimos 20 años”.
Fuente: Puntal de Río Cuarto