La crisis desatada por el brote de peste porcina africana ya tiene su primera gran consecuencia: la suspensión de 300 trabajadores temporales en un matadero de Santa Eugènia de Berga, en Vic. El ajuste, ejecutado por Grupo Jorge, ha sacudido a un sector que emplea a más de 15.000 personas en Cataluña y que observa con inquietud cómo el impacto sanitario empieza a dañar a su economía.
Para CCOO d’Indústria de Catalunya, que reclama frenar los despidos asociados al brote, Grupo Jorge debería haber rectificado tras las nuevas delimitaciones de Bruselas. «Son trabajadores que vienen a ganarse la vida en un sector muy precario. Estos trabajadores son los que, en plena pandemia, nos salvaron a todos la vida para tener comida en nuestras mesas. Ellos no dejaron de trabajar, jugaron con su salud y ahora lo que no se merecen es que les demos la espalda», remarcó el secretario general Josep Rueda.
El temor se ha extendido a otras empresas cárnicas y a los propios empleados, que ven en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) la solución para afrontar esta situación. El expediente presentado por la ETT que trabaja con el matadero ya está en manos del Departamento de Trabajo de la Generalidad, que dispone de cinco días para validar la medida excepcional.
China mantiene el veto a las importaciones de porcino español
Mientras tanto, el sector sigue intentando evaluar el alcance real del brote. La Comisión Europea ha ampliado la zona afectada a 91 municipios, aunque Osona se ha quedado fuera de las restricciones más severas. Se trata de una comarca que concentra el 11% de las cabezas de porcino en Cataluña y cualquier freno a su actividad tendría repercusiones en el conjunto del territorio.
En paralelo, a nivel internacional siguen tomando medidas para evitar expandir el brote. China mantiene el veto a las importaciones de porcino español, aunque el Ministerio de Agricultura negocia que el gigante asiático aplique la regionalización para evitar un bloqueo total de las ventas.
Fuente: Marca.com

















