Los valores en Liniers subieron hasta un 43% en dos meses -entre enero y lo que va de febrero- y ya se trasladan a las góndolas. A pesar de esta tendencia, los cortes porcinos todavía se mantienen, situación que ayuda a los consumidores, que sienten la recesión.
Los precios de la carne vacuna registran por estas semanas importantes subas, que se terminan trasladando a las góndolas de los argentinos. Sin embargo, no todas las carnes son arrastradas por la suba del vacuno, como es el caso de los cortes de cerdo, que se mantienen a valores prácticamente similares a diciembre.
En Liniers, el precio del novillito subió un 43% desde fines de diciembre (pasó de $48,32 a $69,24 esta semana), mientras que el ternero en el mismo período creció un 34% (pasó de $52,08 a $69,78). Esto se debe fundamentalmente a la escasez de hacienda que ingresa al mercado, lo cual impulsa la suba de los precios y provoca un traslado a los consumidores que en Entre Ríos ya están pagando la costilla a $250/kg y la nalga a $260/kg.
Situación diferente ocurre con el cerdo, cuyo valor del capón en pie en los últimos dos meses subió un 5% promedio (pasó de $41,64 en diciembre a $43,78 en febrero), según el relevamiento hecho por la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper). Así, actualmente el kilo de costilla en la provincia se consigue entre los $158 y $169, mientras que la nalga está entre $141 y $156 en góndolas.
Los números dan cuenta de la disparidad de precios entre ambas carnes, con diferencias que al consumidor final pueden representar hasta 100 pesos menos por kilo, sin contar aún que todavía se espera en las carnicerías mayores incrementos de precios del vacuno. Sin dudas, el cerdo se constituye así en una alternativa rica y saludable para el consumo de las familia, además de un alivio para los bolsillos.
por Capper