Un trabajo de tesis de posgrado sobre producción de biogás a partir de efluentes porcinos, culminó en el llamado a una licitación para poder llevar gas a miles de habitantes de la zona. El INTA Venado Tuerto, el gobierno provincial y la comuna de Chañar Ladeado participan de este proyecto.
Todo comenzó con una idea de trabajo final de postgrado. El Ing. Ambiental Fernando Porfiri se acercó al INTA Oliveros con el objetivo de realizar su tesis de maestría en Energía para el Desarrollo Sostenible, que se dicta en la Facultad de Ciencias Exactas e Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario. Le interesaba, en general, aplicar estos conceptos en biomasa húmeda y particularmente en biogás.
En una primera instancia, se barajó la posibilidad de realizar un estudio con productores porcinos de la zona, visto que en ese momento era un trabajo que se venía desarrollando desde la Estación Experimental de Oliveros y en la cartera de proyectos 2013–2019 de INTA. La referencia a este trabajo fue publicado en “Desarrollo Territorial, abordaje de procesos complejos en la nueva ruralidad” (M. Vaccaro y Aradas, 2017) y existía, en ese entonces, un relevamiento de distintos establecimientos pecuarios de Oliveros, Maciel, Clarke, Gaboto y Díaz.
Allí, la idea principal constaba en estimar la cantidad de residuos que estos productores generaban y evaluar si la energía generada podría ser utilizada en alguna localidad de la zona de Oliveros; a su vez, y en función de las visitas realizadas a los mismos, relevar las características de los criaderos y el destino de las corrientes de desechos.
Estos estudios fueron el puntapié inicial para que el Ing. Fernando Porfiri buscara información sobre otras localidades que reunieran similares características a las ya estudiadas. En este sentido, se buscó evaluar el potencial de biogás que podría generar la biomasa disponible y compararla con la demanda energética poblacional de una localidad, cercana a estos productores, que no cuente con red de gas. Para ello, el criterio de búsqueda de información fue determinante a la hora de elegir a la localidad de Chañar Ladeado como la “zona de estudio elegida”.